10 enero 2006

Esas extrañas parejas

Hay parejas y parejas. Cada relación es un mundo. Y uno desde afuera a veces puede entender realmente muy poco. Es que el pacto es entre dos, hay códigos y formas de relacionarse, diferentes formas de estar juntos.
Ver algunas parejas, me hace agradecer estar sola. Y caigo en la cuenta de que esto no es sólo azar. En gran parte los que y los cómo son elecciones nuestras, a veces muy inconscientes. El hecho de estar sola, tiene que ver también con una decisión: no estar con cualquiera, a cualquier precio, sólo por llenar el casillero “novio”.
Un fulano me hizo pensar mucho hoy. Resulta que él está en pareja desde hace cuatro años con alguien al que históricamente le fue infiel. Pero no infiel de “caí en la tentación”. No, él es sistemáticamente infiel y es capaz de mantener relaciones paralelas (aunque sólo sean para sexo), a lo largo del tiempo.
Este fulano tiene una doble vida, pero va más allá de la infidelidad. El oculta en gran parte quién es, qué piensa, qué desea. Es como que forma un personaje para su novia, para la persona con la cual convive. Así él se esconde y se disfraza ante la persona con la que sueña (¿?) formar una familia. Ella no conoce cosas de su vida cotidiana, como el porrito que prende cuando sale del trabajo, por ejemplo. Pero tampoco conoce sus formas de sentir placer en la cama… que pueden no ser muy ortodoxas, pero que Alexandra (la sexóloga) recomendaría. Hasta algunos amigos le esconde, porque no son de los presentables.
Y en su disfraz de novio banca cosas que realmente no tienen nada que ver con él, como las vacaciones en el UFO Point (no en Pinamar, en el UFO ehhh). Y hasta llegó a acompañarla en una decisión difícil para los dos, pero priorizando lo que ella quería y lo que a ella y a su carrera le convenían…por más que eso lo torture de por vida.
También está mi amigo X, que hace ya un año que sale con una muchacha, con la que todavía no sabe bien qué hace. Cuando alguien le pregunta como marcha la relación, él larga un mísero y lastimoso “Y… ahí andamos…que se yo”. Entre mates confesó que en realidad está con ella porque es una chica para casarse: seria, no anda en la joda, buenita… pero en realidad no la quiere, no lo excita, no lo hace soñar.Cuando escuché esto, me acordé de mi última relación. Estoy convencida de que él no se animó a dejarme porque íbamos a casarnos y ese era el casillero que a él le interesaba llenar. Creo que haría un tiempo que yo no le provocaba lo de antes, ni siquiera algo nuevo e interesante. Yo terminé la relación y al tiempo el completó el casillero y pasó a jugar para el lado de los casados.
No importa quién, el rol toma preponderancia por sobre la persona. Hacía un tiempo decía “Quiero un novio…”, que no es lo mismo que decir “Me interesa esa persona, la paso bien cuando estamos juntos, me gusta compartir mi vida… me gustaría que nos pusiéramos de novio”.
¿De qué sirve completar el casillero con un tilde que sólo habla de un rol socialmente estipulado y no realmente de un deseo? ¿Qué sentido tiene renegar de lo que uno es, siente, piensa y desea, sólo por mantener al otro a nuestro lado? ¿Por qué aguantar una situación que no nos hace feliz, sólo para cumplir con metas impuestas por otros o por miedo a no poder conseguir otra cosa (como si solo fuera cuestión de tener algo)?
Para mi eso no tiene sentido, uno tiene que apostar por lo que desea y jugarse por lo que siente. Animarse a estar solo ( o con uno mismo) y no esperar que otro lo llene o solo tildar en el casillero correcto (¿?). Sigo convencido: Mejor sola que mal acompañada

04 enero 2006

Si, son tetas

“Mamitaaaa ¡¿Sabes como me pierdo ahii?!!”, “Que par de tetas bombón”, “Adiós sospechosa”. Algunos de los piropos (¿?) publicables. Es que ellas ahí van, al frente, abriendo camino, saliéndose por la ropa, moviéndose al caminar. Llaman la atención y mucho. Son claustrofóbicas y no aguantan el encierro, son como un pibe de la cuarta que lo pusieron en el banco y solo quiere salir a la cancha.
A veces se vuelve incomodo llevarlas, porque por más que una no se acompleje, hay ocasiones que ponen colorado hasta al Negro Murkeño (no se me ocurre como se pone colorado un negro, y este es famoso). Al portero de tu casa, al pibe del boliche, al cana al que le preguntaste la calle, se les escapa la mirada para el sur cuando hablan …“ Señor, que esa no es mi cara”, dan ganas de decirle. En espacios multitudinarios, donde no cabe un alfiler (como la cancha o el boliche) es complicado no chocarse a alguien de un tetazo.
O el típico escape público, cual pedo de ensalada del mediodía. Anécdotas únicas ( por suerte!) como el día que mi hermana y yo salimos de la pileta para ir al buffet y en el camino nos cruzamos con una banda de chicas y chicos que me miraban. Mi hermana antes de prepotearlos me miró y descubrió la razón de las miradas: tenía toda la teta derecha al aire.
O peor el día que tomándole recuperatorio oral a un pibe este año en la Facu., frente a frente, separados por un escritorio, solos en el aula ( todas las condiciones para película porno, sobre todo por la fantasía alumno- profesor) vi que el botón de mi camisa había explotado. Sí justo el que está a la altura del corazón…Chan! ( ni contarles que aprobó enseguida}
…Y hasta la remerita mas insulsita queda “obsena” si sos tetona. Una amiga (más voluminosa) siempre se las tapa, va caminando con una carpetita, una agenda, una campera y siempre encorvada… las tetas igual están y el baboso las detecta aunque estés con sotana. Yo las llevo como puedo, con tanto complejo a disposición no me voy a preocupar por las tetas, cuantas gastan fortunas en unas artificiales y a mi me vinieron en el combo del pecado original.
Claro que tienen momentos estelares, sobre todo en la vida privada. Ahí se vuelven más protagonistas, “dos buenas razones” (como decía la publicidad) como para activar la imaginación. O para poner a prueba que hay algunos que no entienden como relacionarse con el cuerpo femenino y lo tratan de asociar con lo conocido: asi “juegan” con el clítoris como si fuese un fliper o con las lolas como si fuesen esas pelotas que sacan el stress y te las estrujan. Chan!
Todo esto viene porque el sábado de año nuevo, mis tetas se sintieron más que observadas y yo más que avergonzada. Y eso que estaban bastante guardaditas. En un momento dos chicos se pararon adelante mío y se hicieron un comentario, demasiado alevoso. Los miré y señalándomelas les dije “Si, tetas son chicos, tetas”