28 agosto 2006

Adiós amor



Lo esperó en la cama, como tantas noches. La ilusión y las ganas de verlo eran tan intensas como siempre, pero esa no era una cita cualquiera.
Vestía un camisón nuevo, floreado. Su piel lucía más blanca que de costumbre. Nunca usó maquillaje, detestaba sentirse pegoteada por cremas.Esa noche el pañuelo o la peluca, no tenían sentido. Simplemente estaba ahí, pura…esperando.
Él ese día había estado huidizo. Evitó el encuentro. No por desamor, sino todo lo contrario. Esa noche era especial, distinta.
Ella, aunque hubiese deseado tenerlo cerca en todo momento, respetó sus tiempos. Estuvo a la expectativa de su llegada y atenta a cada movimiento a su alrededor. Hizo un esfuerzo muy grande por esperarlo despierta.
Eran ya las 21hs de un día difícil. Su respiración se agitaba cada vez más. Por fin llegó él. Nervioso entró a la habitación. A ella se le iluminaron los ojos al verlo. Estuvieron solos un rato. Se tomaron de la mano y hablaron. Se dieron un beso, duró unos segundos.
Él necesitó salir, no aguantó más y se fue. Salió de esa habitación de hospital llorando. Ella que había estado fuerte hasta ese momento, tampoco aguantó más… y se fue.