El que juega con fuego...
Dicen que no hay que jugar con fuego y es verdad, hay más riesgos de salir quemado. Pero hay veces que uno se deja caer en la tentación y el juego se vuelve irresistible. Hay una luz interna que se enciende pero no la vemos. Una sirena chilla aunque sorda para nuestros oídos. No queremos ni ver ni escuchar que nos estamos arriesgando. Lo hacemos. Inventamos mil excusas para hacerlo. Pero esa sensación de peligro puede resultar hasta estimulante.Le pedí un favor al diablo. Estoy jugando con fuego ¿Será otra de esas pruebas o es sólo una vía para luchar contra la vida tranquila?
3 Comments:
Es una pelea que uno al comenzar la tiene perdida, pero de todas maneras la pelea...
Hola, gracias por tus comentarios en mi blog :)
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